
Chicago en un día
Chicago es el punto de partida donde empieza la mítica Ruta 66, también conocida como la “carretera madre”, viaje que emprendíamos durante un mes, juntamente con la Costa Oeste de Estados Unidos. Nosotros decidimos pasar un día entero en Chicago para visitarla, aunque es cierto que un día no da para mucho, pero fue lo suficiente para ver lo más bonito de la ciudad y disfrutarla. Si disponéis de dos días para visitar la ciudad os lo recomiendo, ya que ofrece muchas cosas por ver.
Localizada en el estado de Illinois, es la tercera ciudad más grande de Estados Unidos por detrás de Nueva York y Los Ángeles. No llegaría a pensar que Chicago me sorprendiera para bien, ya que nunca la había incluido en mi lista de viajes, pero al hacer la ruta es una obligación visitar el punto donde empieza. No encontramos muchos turistas, cosa que agradecí para disfrutarla más. El tiempo acompañó para observar sus increíbles vistas desde uno de sus rascacielos, mientras que también degustamos su comida típica.
Pero empezamos desde el principio, nosotros llegamos a la ciudad el día antes por la noche, así que nos fuimos a dormir pronto para poder aprovechar el día entero que teníamos.
Itinerario 1 día en Chicago
Nos levantamos temprano, desayunamos en el hostal y nos dirigimos hacia la Willis Tower, pero antes de llegar nos paramos al restaurante Lou Michell’s, ya que nos venía de camino. Este restaurante es famoso porque todos los que hacen la Ruta 66 paran a desayunar a lo grande. Se encuentra en la calle 565W, Jackson Blvd. Si queréis empezar el día cargados de energía (y colesterol jajaj) este es el sitio ideal, aunque un poco caro.
Seguimos andando hacia llegar a la Willis Tower, uno de los puntos más representativos de Chicago. Esta torre es conocida por su mirador donde el suelo es de cristal, por lo que literalmente tienes la ciudad a tus pies. Es el rascacielos más alto de la ciudad, con una altura de 442 metros, y su mirador “Skydeck” es desde la planta 103. Es una experiencia increíble, ya que ver la ciudad desde este ángulo es muy diferente e increíble, aunque seguro que las personas que tiene vértigo lo pueden pasar un poco mal.

Está abierta todos los días del año de 9 a 22h. Nosotros llegamos unos 15 minutos antes de abrir y había poca gente haciendo cola. La entrada normal cuesta 22$, pero también hay la entrada rápida “Fast-track” de 49$. Nosotros compramos la normal online y no hicimos nada de cola, por suerte. Podéis comprar los tickets con antelación en su web.

Puede parecer una pasada, y lo es, pero todo lo bonito tiene algo negativo, ya que el sistema que tienen para poder disfrutar de las vistas no es del todo bueno. Os cuento: vosotros cuando llegáis a la planta podéis pasear viendo las vistas a través de las típicas ventanas. La parte del suelo de cristal consiste en 4 miradores que tienen una cola a parte y solo os dejan estar unos 60 segundos. Está bien para moderar el tránsito de personas, pero por lo que se paga ya se podría disfrutar más. Por suerte la nuestra, cuando llegamos a primera hora no había apenas gente y pudimos repetir las veces que quisimos sin hacer nada de cola. ¡Así que a madrugar que vale la pena!

Después de dejar la torre Willis nos dirigimos hacia Millenium Park andando, pero antes nos detuvimos en la famosa señal que marca el inicio de la Ruta 66 para hacernos la típica foto. Localización: 78-98 E Adams St. O buscar en Google Maps “Historic Route 66 begin sign”.

Una vez en Millenium Park, visitamos el monumento Cloud Gate, más conocido como “The Bean” (la judía), creado por el artista Anish Kapool y que simula el mercurio líquido.

En el mismo parque se encuentra The Crown Fountain, una curiosa fuente diseñada por catalán Jaume Plensa, donde se muestran diversas caras de personas las bocas de las cuales sale el chorro de agua.


Cerca de Millenium Park se encuentra el Grant Park, y en él hay The Buckingham Fountain, una fuente gigante la cual por la noche es muy bonita por sus luces de colores. A nosotros no nos dio tiempo de verla, pero nos quedamos con las ganas de ver su espectáculo por la noche.
Fuimos a pasear por Michigan Ave, también conocida como Magnificient Mile, la calle comercial más famosa de la ciudad donde se concentran muchas tiendas de marca. Antes de llegar pasaréis por delante del Chicago Theater, abierto desde 1921 y famoso por su historia y su llamativo cartel con las letras de neón. En la misma avenida, también os sumergiréis entre sus espectaculares rascacielos.

A escasos metros llegaréis a Chicago Riverwalk, una zona que también está llena de rascacielos que rodean el río Chicago. Encontraréis imponentes edificios como The Wrigley Building, Tribune Tower y Marina Towers.

Y llegamos a Navy Pier, un paseo marítimo por el lago Michigan lleno de bares y su bonita noria Ferris Wheel. Es un buen sitio para descansar y disfrutar de unas buenas vistas. Nosotros llegamos andando pero hay varias líneas de buses que llegan.


Decidimos comer por la zona y optamos por Giordano’s, una cadena de restaurantes muy típica de la ciudad por las famosas “pizzas estilo Chicago”. Tiene la base de pan gruesa, rellena de queso y mucha salsa de tomate acompañada de otros ingredientes como el pepperoni. ¡Cuando vimos la pizza gigante flipamos! Cogimos una mediana para compartir los dos y nos sobró bastante (nos la guardamos para cenar). Nos costó en total unos 30$. También tenía anotado otros restaurantes famosos por las pizzas estilo Chicago como Lou Malnattis o Pizzeria Uno.

Cogimos el autobús hacia la playa de North Avenue. Hay varias líneas que llegan hasta allí, algunas son la 36 y 151. Podríamos decir que es la playa más popular de Chicago por su gran extensión y sus increíbles vistas del skyline de la ciudad reflejadas en el lago Michigan. Sin duda fue uno de los paisajes que más me gustaron del día. Al ser octubre no había casi gente, y los que nos cruzamos fueron runners y ciclistas.


Antes de que se hiciera de noche cogimos el metro hasta el lugar donde se encuentra el famoso mural “Greetings from Chicago”, situado en 2226 N Milwaukee Ave. Es muy fácil llegar en metro, hay que coger la Blue Line bajando en la parada California. El mural muestra en cada una de las letras que forman la palabra “Chicago” con diferentes iconos de la ciudad.

Mi novio juega a baloncesto y no podría irse de la ciudad sin ver el United Center, el campo del equipo de la NBA Chicago Bulls y su famosa estatua de Michael Jordan. Para llegar allí cogimos el metro bajando en la parada Illinois Medical District. También se puede llegar en autobús 50 bajando en la parada Damen & Milwaukee/North Ave.


Este fue el último punto de nuestra ruta por la ciudad de Chicago, nos fuimos hacia el hotel, cenamos el trozo de pizza que nos sobró en la comida y nos fuimos a descansar, ya que ¡al día siguiente empezaba nuestro roadtrip por la Ruta 66!
Alojamiento en Chicago
Nos alojamos en Chicago Parthenon Hostel, un hostal bastante céntrico y cerca del transporte público. Decir que el alojamiento en Chicago es caro, por lo que optamos por dormir en un hostal. Habitación doble con baño compartido. El baño estaba bastante bien y había varias duchas en cada piso. La habitación correcta para sólo dormir. Dos noches con desayuno incluido para dos personas 150$ total. ¿Recomendable? Sí, porque es barato y céntrico, además nosotros estuvimos muy tranquilos.
Transporte en Chicago
Antes de centrarnos en la ciudad, seguro que os preguntáis como llegar del aeropuerto a la ciudad. En nuestro caso, llegamos a Chicago (vuelo directo desde Barcelona con American Airlines) en el aeropuerto O’Hare, en la terminal 3. Para llegar al centro hay que buscar el CTA, coger la Blue Line dirección UIC-Halsted. Hay varias paradas por el centro, así que tenéis que buscar la que mejor se acerca a vuestro alojamiento. Se tardan unos 30-40 minutos para llegar al centro.

Chicago es una ciudad ideal para recorrerla a pie. Si os alojáis en el Loop como nosotros, no es necesario que uséis transporte público para la mayoría de atracciones, pero sí que lo recomiendo para visitar algunos puntos turísticos como la playa North Avenue, la zona de los murales o United Center. El transporte público más común es el CTA (Chicago Transit Authority), el cual incluye las líneas de bus y los trenes elevados o subterráneos. Cada billete del transporte público cuesta unos 2,25$, pero hay el abono de 1 día por 10$ con los viajes ilimitados, fue el que nosotros compramos.
Y hasta aquí el post de Chicago. ¿Os han entrado ganas de visitar la ciudad? Sin duda la recomiendo muchísimo, ya que a nosotros nos sorprendió para bien.

Viena en 3 días

RUTA 66. Etapa 1: Chicago - Springfield, IL
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4 Comentarios
Montserrat Freixedes Valverde
Una molt bona guía. Ets una crak.Molt macu tot.
La libreta de Nadia
Gràcies!! 🙂
TRAVELINGDUCKIES
Madre mía, cuanta info y qué completa! Has hecho que tenga ganas de conocer la ciudad (y de comer una pizza como la de la foto, no son horas de ver fotos de comida xD), y mira que yo no era muy fan de la Costa Oeste en general. Le enseñaré el post a mi chico, que tiene muchas ganas de ver todo esto. un besito, bonita!
La libreta de Nadia
Muchas gracias de verdad guapa!! Me alegro que te hayan entrado ganas de hacer este viaje, sin duda es impresionante!
PD: la pizza está deliciosa! 😛